Alguna vez te has preguntado, ¿Cuáles son las ventajas de dormir las 8 horas que el cuerpo necesita para mantener una buena salud física y mental? Durante el sueño, el cuerpo realiza procesos importantes de reparación, como la producción de hormonas que ayudan a reparar los tejidos, fortalecer el sistema inmunológico, y regular los niveles de hormonales.
La falta de sueño se ha relacionado con una serie de problemas de salud, incluyendo un mayor riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes, la obesidad, las enfermedades cardíacas y la depresión. Un estudio publicado en la revista Sleep Medicine en 2014, encontró que la falta de sueño crónica se asoció con un mayor riesgo de sufrir de depresión, en este estudio, los participantes que informaron dormir menos de seis horas por noche tenían un mayor riesgo de desarrollar síntomas de depresión en comparación con los participantes que informaron dormir entre seis y ocho horas por noche.
Pero, por otro lado, dormir demasiado también puede tener consecuencias negativas para la salud. Dormir más de 9 horas por noche se ha relacionado con un mayor riesgo de enfermedades crónicas.
Pero entonces, ¿Sabías que de acuerdo a tu edad hay unas horas de sueño que debes tener en cuenta para descansar?
Aquí te contamos como a lo largo de las etapas de la vida, el sueño cambia y como mejorarlo de acuerdo a tu edad.
La expresión dormir como un bebé, viene de la paz que transmiten ellos al dormir, se estima que un recién nacido puede llegar a dormir hasta 20 horas en el día y esto es debido a que los bebes tienen unas tasas metabólicas elevadas, llevándolos a tener altos consumos energéticos.
Los niños etapas preescolares deben contar con periodos de sueño entre 12 a 14 horas diarias, las cuales les permitirá desarrollar sus habilidades de una mejor manera.
El sueño es el mecanismo utilizado por el cerebro para organizar la información que reciben los niños; todo el tiempo está aprendiendo, y todo este conocimiento se afianza mediante el sueño.
En la etapa escolar y la pre adolescencia disminuye, en donde 8 y 10 horas, pueden ser suficientes para generar reparación y dar buen descanso a los jóvenes.
En la edad adulta el sueño se estabiliza entre las 6 a las 9 horas diarias, siendo como promedio sugerido por muchos expertos las 8 horas, pero realmente influye mucho el ritmo de vida que se lleva, las actividades que se realizan diariamente y otros factores como la nutrición, relaciones interpersonales y niveles de estrés, entre otros.
Existen quienes con 6 horas de sueño tienen un adecuado proceso de reparación, mientras están quienes requieren hasta 10 horas diarias o más, lo que sí es importante tener en cuenta es que el sueño no es acumulativo. Es decir, si duermes un día entero no vas a recuperar la energía de la noche anterior.
Y en los adultos mayores, el proceso cambia. Consiste en que tienen tendencia a agotar más rápido las reservas de energía; como respuesta a esto el cerebro asume que la persona debe dormir más para reponer energía y es allí en donde se suelen presentar micro sueños. Más sueño en menos horas.
Analiza tu edad, el número de horas con las que te sientes cómodo durmiendo y la energía que tienes al despertar.
Dormir bien es la recompensa al final de una larga jornada de trabajo.
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